Este año iríamos hasta Andorra sí o
sí, habíamos trazado el plan casi un año antes y ninguna
circunstancia (o casi) nos haría desistir.
En el mes de mayo
ya había quedado claro lo adelantado en un artículo publicado en
abril
en el que manifestaba mis intenciones. La cuestión sería si la
magnitud del reto y el escaso tiempo de preparación me permitirían
culminar el desafío deportivo...