lunes, 4 de julio de 2016

Gran Fondo Ézaro 2016

De nuevo con un dorsal a la espalda (5 años después de la Quebrantahuesos 2011), un pelotón en torno a los 1.200 ciclistas y una ruta junto a la Costa da Morte. 
Vista desde el Mirador
wikipedia

Los mas fuertes y mejor preparados se enfrentarán al desafío de 140 km con final en el "Mirador do Ézaro" tras superar 2 puertos previos, los que vamos hemos optado por la ruta corta afrontaremos 100 km con 3 puertos previos. Mi relato será el del recorrido corto que, por otra parte, comparte ruta mayoritariamente con la ruta larga.
El viaje comienza desde la carretera de la cascada del encantador pueblo de Ézaro (Dumbría), desde ahí hasta Muxía rodaremos en tramo neutralizado hasta el primer punto de avituallamiento, zona fácil aunque describe con claridad cómo será toda la ruta: un "rompepiernas" en el que apenas encontraremos llano.
www.lavozdegalicia.es
el Parador de Muxía es poco mas
que un esqueleto tras 14 años

Desde ahí comienza la ruta al ritmo que cada cual quiera o pueda, el tramo libre de tendencia ascendente hasta el alto de Ferroatlántica y, poco después, el punto de avituallamiento de Sta. Uxía, lugar en el que se separaban las 2 rutas; la larga con descenso directo a Ézaro para continuar por O Pindo, Carnota, Louro y Muros, dura ascensión a Paxareiras, bajada vertiginosa a Carnota y vuelta al "muro" de Ézaro; los de la corta, tras una parada un poco larga de reagrupamiento, cruzamos el embalse de Sta. Uxía, que es el que abastece la central eléctrica de Ézaro, afrontando a continuación el pequeño alto de O Fieiro seguido de Paxareiras por un recorrido-trampa en el que a cada subida le seguía una bajada en la que perdíamos la altitud ganada, un perfecto "rompepiernas" para llegar calentitos al objetivo final de la etapa.
Vista de Carnota y su inmensa playa
desde el mirador de Paxareiras
http://images.costasur.com
Tras coronar Paxareiras volvíamos a coincidir en recorrido ambas rutas, descenso, Carnota, Caldebarcos, viento criminal hasta Ézaro, me adelanta el primer corredor de la ruta larga que iba como una moto, después alguno mas, yo a lo mío, a reservar y cuidar las piernas pensando en lo que me queda, por fin paso O Pindo, el puente de la ría de Ézaro y la carretera de acceso tan frecuentada por los visitantes de su famosa cascada y mirador.
Llegados a este punto ya no queda mas por hacer que subir hasta la meta situada en el alto. A estas alturas no voy a descubrir nada nuevo, es una subida mítica e imponente, salvaje en su desnivel en la que tan importantes son la fuerza física, como la mental, como el desarrollo montado en la bici, yo utilicé el que empleo desde que cambié de montura hace unos años, un 34x27 que, la verdad, se queda bastante corto en esas rampas. Eso me obligó a esforzarme todavía mas pues apenas conseguía una mínima cadencia al mover los pedales, lo que se dice "ir atrancado", así que cada vez que pasaba alguno de los tramos mas duros, había de recuperar en la medida de lo posible el pulso y la respiración en zonas que serían muy exigentes en cualquier otro puerto para, a continuación, volver a apretar al máximo para no pararme. De vez en cuando me adelantaba algún ciclista que iba mas fuerte que yo, mi único objetivo era dar una vuelta de pedal tras otra, había mucha gente animando, incluso los ciclistas que hubieron de poner pié a tierra y continuaban caminando tenían clase y compañerismo como para animar a los que todavía nos retorcíamos encima de la bici.

Finalmente logré cruzar la línea de meta en un tiempo de ascenso de 16':32" a una velocidad media de 6,71 km/h, pasó un buen rato hasta que fui recuperando el aliento y un pulso normal, la sensación de cansancio no lograba aplacar la euforia que sentía por haber doblegado el reto, estaba en el Mirador do Ézaro con la imponente vista de la montaña del Pindo, el "Olimpo Celta", poco tiempo después de casi haber tocado fondo.

Os dejo un par de fotos y el vídeo de gran parte de la subida que grabó mi amigo Rafa.











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